martes, 18 de noviembre de 2008

Clavo, la leyenda de un heroe 1


Erase una vez un clavo llamado Clavo, que clavado en una tabla se pasaba la vida.
Vivia bien, no necesitaba nada, estaba en su agujerito, un poco apretado, pero vivia bien.
En su mismo vecindario había otros clavos como el, sus vecinos de la calle Tablón 1. Luego, paralelas a esta calle, tambien había otras tantas calles llamadas Tablón 2, 3, etc... En estas calles tambien vivian clavos.
Era una ciudad llamada Estantería, del pais de la Cocina, en el continente de La Casa de tu Primo.
En Cocina, había otras muchas ciudades, algunas de ellas con grandes campos de cultivo donde la carcoma podía correr a sus anchas. Alli, donde las carcomas, en una ciudad llamada Moldura, los clavos de todo el pais iban de veraneo, a bañarse en los charcos de agua estancada o a cazar larvas en familia.
Pero un dia, la paz en Cocina se vió amenazada por una epidemia. Los clavos enfermaban y saltaban al infinito fuera de sus agujeros, aquejados por deformaciones y un malsano color pardusco, oxidado, de metal podrido.
Los grandes gobernadores de todos los paises de La Casa de tu Primo y algunos venidos de fuera como los diligente de los Estados Unidos de Tu Casa o los de El 2ºB del Sur se reunieron en El Rellano, una republica independiente totalmente neutral.
Decidieron que lo mas sensato era llamar la atención de Dios y rezar porque consiguiese erradicar ese virus humedad que los estaba arrasando. Los EEUUdTC se negaron a prestar ayuda, ya que solo supondría que aquella enfermedad se extendiese a sus regiones, y los de El 2ºB del Sur se negaron a intervenir alegando que ellos ya tenian su propio problema de termitas.
Asi pues, los clavos de La Casa de tu Primo no tubieron mas remedio que apechugar con lo suyo y mirar hacia delante.
Miles de clavos murieron, sus cadaveres eran barridos por Dios y arrojados a la Sima del Infierno, tambien conocida como Basura.
Las calles se pudrieron e incluso la carcoma se extingió. Todo se estaba volviendo oscuro, frio y humedo.

Clavo sobrevivió como pudo, toda su familia y amigos enfermaron y murieron, cada vez quedaban menos clavos sanos.
Un dia, Clavo se despertó de una terrible pesadilla y vió que realmente no estaba soñando, sino que lo que había visto era la cruel realidad. Dios los había avandonado, La Sima del Infierno estaba volcada en el suelo y un terrible rugido de miles de clavos llorando salía de la boca del cubo.
Los clavos enfermos, deformes, se alzaban y caminaban entres los charcos que antaño fueron lagos de recreo y ahora eran manchas de almizcle pardusco.
Los clavos que quedaban sanos eran atacado e infectados por estos seres de ultratumba. Clavo vió a sus compañeros de la universidad de Ferretería clavar sus agijones mutados en sus camaradas supervivientes, pronto no quedaría nadie. Tenía que hacer algo.
Salió de su agujero y se encaró con sus atacantes. Eran muchos, pero lentos y torpes. Se abrío paso entre antiguos conocidos aplastandoles la cabeza, ya que era la unica forma de que muriesen de verdad. Tras varias jorandas de agotadura y cruenta lucha, consiguió salir de Cocina y abrise paso hasta Estudio, ciudad conocida por su tecnología superior y gran limpieza. Alli, a las doradas puertas de Estudio, millones de infectados llacían a los pies del guerrero mas formidable que Clavo había visto nunca. Como surgido de las leyendas, alli se alzaba, imponente, impresionante, inamovible. Martillo, el gran constructor y conquistador de todos los rincones de La Casa de tu Primo.
Martillo era el arma de Dios, la prolongación ejecutora de su furia. Cuentan los relatos paganos que gracias a Martillo, los clavos estaban donde estaban y eran como eran. Clavo no se preocupaba por esas cosas, pero al ver a tan descomunal guerrero aplastar las cabezas de los clavos deformes supo que realmente había tenido algo que ver.
Clavo arrancó a correr hacía su salvación perseguido por las hordas de infectados que lo asediaban noche y día. Martillo le vió y arremetío contra sus perseguidores con una furía y una potencia que hacía vibrar el suelo que pisaban.
Entre los dos dieron buena cuenta de los doscientos clavos malsanos que le seguían y, tras agradecerle la ayuda al semidios, entró en el territorio de Estudio.
Alli la gente era totalmente diferente de cuanto el hubiese visto. Los había estudiado en Ferreteria e incluso alguna vez llegó a ver a uno, pero nunca había visto a tantos juntos en el mismo sitio.
Estudio era una pais de Tornillos, gentes parecidas a los clavos pero con una espiral que les recorría todo el cuerpo. Los relatos paganos decían que eran hijos del Demonio y que habían sido creados gracias al arma mas blasfema jamas concebida, el Destornillador. Alli estaba tambien, Destornillador, sentado en un trono de alambre y dominando todo el pais con su cabeza en forma de cruz.
Todo aquel lugar era totalmente extraño para el, pero a partir de ahora debería convertirse en su hogar. Vió a algunos clavos pero todos evitaban su mirada y desaparecían de su vista. ¿Que pasaba?

La policia de los tornillos le cogió desprevenido. Le atrapaaron por detras y le ataron una argolla al cuello mientras lo clava en un corcho mohoso.
y ahora...


CONTINUARÁ