miércoles, 19 de mayo de 2010

Papá, he vuelto a casa



Ilusos hay por todas partes. Los puedes ver caminando por la calle, los puedes ver sentados en un banco en el parque, los puedes ver asistiendo a clase, los puedes ver en su trabajo (con y sin uniforme), los puedes ver conduciendo por las calles de tu ciudad o simplemente apoyados en la barra de un bar, sonriendo como cretinos ante sus expectativas de futuro.

Hombres y mujeres, mayores y no tanto, infantes malcriados y adolescentes despreocupados, padres de familia engañados o madres temerosas por lo que les espera a sus hijos. Todos juntos han buscado en las nubes lo que no han podido encontrar en la tierra, han cambiado las flores por pájaros...

He oído muchas opiniones de distintos ámbitos, comunistas resabiados y fachosos enardecidos coinciden en que las cosas van a cambiar, aunque difieren en cuanto al resultado. España va a volver a alzarse de nuevo y se va a poner donde le corresponde, a la cabeza de Europa. España se va a descomponer entre privatismos y vamos a volver a correr delante de los grises. España va a seguir igual, son perros sin collar ni ostias. España está jodida, ha estado jodida y va a seguir estando jodida, la cuestión es a quién cojones echarle la culpa. España es así, me la pone gorda mientras pueda seguir viviendo. España se descompone, tenemos que salir a la calle, tenemos que alzar nuestras voces y luchar para que nuestro gobierno sea un gobierno fuerte de verdad, no una apología del "yo molo más" y de la corrupción latente. España, España, España, España... 

España tiene el corazón podrido. España ha dejado de evolucionar desde que se cree perfecta por tener pseudo-democracia. España va mal, España iba mal, España irá mal... Todo el mundo hace grandes promesas, dice tener grandes soluciones y te animan a sumarte al cambio. 

¿Qué cambio? ¿Qué cambio ni que cojones?

Se constituirá el nuevo gobierno y... a deshacer, o a hacer. No importa hacia donde manejen el timón, no importa a que puerto glorioso y cargado de riquezas quieran llevarnos. No vamos a ninguna parte porque estamos anquilosados por este sistema desfasado, por este sistema injusto que nos vende democracia a cambio de maquillaje barato, que nos gobierna quien quiere, no quien puede y menos aún quien debe.

¿España está jodida? Los españoles lo estamos, por muy bien que vivamos algunos. Se masca en el aire, se huele y se siente, se sabe. Nos decían que estamos desganados, nos decían que no tenemos interés en nada, nos decían que no estamos motivados. Claro que no, no se puede estar motivado cuando, cada vez que miras al futuro, te hastías pensando como conseguir un sueldo para pagar un alquiler de un piso compartido, para cubrir los gastos básicos de alimento y mantenimiento del hogar y llegar vivo a fin de mes sin que te hayan despellejado.

Dentro de poco terminaremos la carrera y, todos juntos, aunaremos fuerzas junto a una botella de whisky (barato por supuesto) para gritar bien alto: "Papá, he vuelto a casa".

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