sábado, 4 de diciembre de 2010

Sin son... Ni tón...

¿Qué ha pasado?

¿Qué es este lugar?

Este desierto baldío que quema mis ojos y muerde mi piel. Estoy tan solo, me siento tan deprimido...

¿Cuanto va a durar este tormento? ¿Que habré hecho yo, maldita sea, para merecer este triste destino que me oprime y me encadena a esta existencia vacía? ¿Cuánto dolor más puedo soportar antes de llegar al límite?

Mi vida se descompone ante mis ojos, veo como mi mundo se desmorona y como todo aquello que quise alguna vez desaparece entre nubes de odio afilado. Tiendo peligrosamente al suicidio, a la salida fácil de toda esta pesadilla pero... entonces...



Entonces te despiertas y te das cuenta de que el mundo está muy bien, que tienes a tus amigos a tu alrededor, que tienes ropa que ponerte, que puedes salir a la calle, que no te vas a morir pasado mañana, que puedes bajar y tomarte una caña, que puedes conectar a Internet a leer esta mierda, que puedes mirar al cielo y sigue siendo azul, que no te van a matar por ser quien eres, que no te odian por tu raza, tu religión, tu condición social, que el único problema que tienes es que no tienes ningún problema y tienes que llenar de alguna manera ese vacío que te deja el no tener unas metas bien definidas.

Abre los ojos y mira a tu alrededor, el mundo es un lugar tan cojonudamente magnífico que cada día en él, por malo que sea, es un gran día, es una gran oportunidad, es tiempo vivo, tiempo para aprovechar. No te atrevas nunca a bajar la mirada ni a rebozarte en tu estiércol imaginario para darle algo de vidilla a tu existencia, dedícate a vivir como mejor puedas, para ti y para los demás, vive tu vida de tal forma que cuando tengas que volver a la tierra, puedas hacerlo con la cabeza bien alta, puedas descansar realmente en paz.



"Cuando naces todos a tu alrededor sonríen orgullosos y tu lloras, ve y vive tu vida de forma que cuando mueras seas tu el que sonría y los demás los que lloren"

El anuncio de Acuarius, válgame.